No se sabe qué produjo más espanto a los ciudadanos del Chicago de hace 24 años: si el hecho de que 33 jóvenes hubieran muerto salvajemente torturados, o el de descubrir que su asesino era uno de los vecinos más amables, caritativos y respetables del lugar…
Para leer la historia completa
pincha aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario